Misa de 8 días. |
La fecha, 15 de Mayo. Un grupo de amigas de mi querida novia eterna Antonieta, nos acaba de demostrar que con la voluntad de amor al prójimo, se pueden lograr milagros. Es fácil suponer cómo queda uno después de perder a un ser querido. Caemos en la depresión más grande y, horas tras horas, no logramos recuperarnos. Estar en casa y observar en cada objeto algo que te la hace recordar, es motivo para que sientas la impotencia más grande de la vida.
Por todo donde camines está ella. Son más de 55 años que te dejaron surcos profundos y de los cuales no puedes escapar. He leído tanto de tranquilizadores espirituales y de personas que te llaman a la resignación, cuyas voces no te convencen. ¿Seremos débiles espirituales? Hemos logrado salir de otras experiencias similares, pero en este caso se trata de la madre de tus hijos, la abuela de tus nietos y la compañera de toda la vida.
A nuestra amiga Micaela Gallardo Vda. de Baza, debo agradecerle esta nueva experiencia. Nos ha regalado, con su grupo de hermanas espirituales de la Iglesia de Santa María de Jesús en San Felipe, una demostración palpable de FE. No es habitual MISAS de la primera SEMANA. Y encuentras en estas damas amigas, al grupo con el que compartió juventud y años de amistad, dispuesto a elevar tu espíritu. Nada extraordinario. Sólo presencia solidaria. Gracias Vicky Senisse.
La Misa empezó a las 7 de la noche y el Padre Juán Carlos estuvo inspirado y nos dejó las sabias enseñanzas de Cristo. La palabra Santa de la Biblia y la reflexión debida. Nuestro grupo familiar de hijos y nietos. La familia que lo conforma y esa querida vecindad encabezada por Betsy Hernández hecha presente con sinceridad y nobleza, nos hicieron conocer el afecto que tuvo entre ellos mi adorada esposa. Nunca estuvo sola. Todos oraron por ella y con que devoción.
Hemos llegado a casa y a esta hora, ya pasada la medianoche, me atrevo a escribir este agradecimiento. En la Casa de Dios, hemos sentido su protección. Recibimos las condolencias de viejos amigos y ha sido un placer volverlos a ver. Hay una nueva esperanza y no hay que dejarla pasar en vano. Volveremos a reanudar nuestra vida, sin dejar para nada a nuestro amor eterno. ¡Gracias Dios Mío! Un abrazo a toda la gran familia y buenas amistades. Gracias.